Me voy a centrar en los cuatro tipos de piel más
habituales, y que son:
* Piel normal:
Piel equilibrada, sus secreciones sebáceas son normales, es flexible y
resistente. Es fina, los poros son apenas visibles, tiene tacto suave y
aterciopelado y se broncea bien. No tiene granitos ni rojeces. Es la piel que
todos desearíamos tener.
* Piel seca:
En la piel seca la actividad de las glándulas sebáceas está disminuida, es una
piel poco protegida, es fina, tiene un color rosado y poros imperceptibles. El
tacto puede ser suave en personas jóvenes, si bien con los años es áspero. Está falta de hidratación. Tiene los poros tan cerrados que
no recibe agua. Tiende a descamarse y presentar arrugas finas. Presenta
tirantez, especialmente después de lavarse o ducharse. Suelen aparecer pecas y
es propensa a las manchas pigmentarias.
* Piel
grasa: La piel grasa tiene una epidermis más gruesa y endurecida, también
tiene mayor actividad de las glándulas sebáceas produciendo un exceso de
grasa. Los poros están más dilatados. Son pieles más resistentes al frío, sol,
viento, etc. Suelen aparecer puntos negros, granos y espinillas. Tienen tendencia
a sufrir menos arrugas, si bien, debemos controlar el exceso de grasa, ya que ésta nos da brillos.
* Piel
mixta: Es el tipo de piel más
común, la mayoría de las pieles adultas son mixtas. Presentan diferentes zonas
según sus características. Es una piel algo más gruesa que la normal, presenta
zonas más grasas en la frente, nariz y mentón (zona T) y en el resto son más
secas. Podríamos decir que se trata de una combinación entre la piel normal,
seca y grasa.
Además, cualquiera de estos tipos de piel puede ser
sensible. Es decir, puede presentar capilares rotos, vasos sanguíneos visibles o áreas secas que
se irritan fácilmente. Pueden reaccionar de forma negativa a diversos productos
que utilicemos. El sol, el viento, el calor o el frío no le sientan bien a este
tipo de pieles.
Pues bien, ahora que sabemos qué tipos de piel existen os
diré que mi piel es la más común: la piel mixta. Mis mejillas tienden a estar más
secas que el resto de la cara. Sin embargo, tengo la nariz y el mentón algo
grasos. El resto de mi piel podría decirse que es normal, así que no me quejo.
Tengo algún punto negro en la nariz, sobre todo en las aletas, de vez en cuando
me salen granitos (sobre todo en esos días femeninos) y es muy muy raro que me salgan
espinillas.
¿Qué rutina de limpieza sigo?
Bien, tengo que confesar que soy muy vaga, pero desde hace
un tiempo me he acostumbrado a levantarme por la mañana y realizar unos pasos
muy sencillos, que apenas llevan 10 minutos y que permiten obtener una piel
limpia, fresca, hidratada y resplandeciente. Venga! Apuntad!
1º PASO: Antes de
nada me lavo las manos. Si me lavo la cara con las manos sucias puedo estar
esparciendo bacterias por mi piel, y no es algo recomendable. Después, me lavo
la cara con agua tibia y jabón o un limpiador facial. Frotando suavemente en círculos
por tooooda la superficie de cara y cuello. Os recomiendo utilizar un jabón que
se adapte a vuestro tipo de piel y, por tanto, a las necesidades que presente.
En próximas entradas os hablaré de los jabones y limpiadores
que yo uso, que son varios.
A continuación aclaro con agua fría. Y cuando digo fría, es fría,
no templada. Cuanto más fría, mejor. El agua fría ayuda a cerrar nuestros poros, es buena para activar
la microcirculación y tensa nuestros músculos; además, si aún es muy temprano
nos ayudará a despertarnos del todo. Garantizado!
2º PASO: Me
aplico un tónico con la ayuda de un disco de algodón. A toquecitos, sin
arrastrar ni apretar contra nuestra piel. Podemos encontrar dos tipos de
tónicos: el tonificante, que como su propio nombre indica es aquel que tonifica
y relaja la piel; y el astringente, que ayuda a que la piel no produzca tanta
grasa y así evitar brillos indeseables.
Yo suelo utilizar un tónico astringente, evitando pasar el
disco por las mejillas, ya que como os he comentado las suelo tener más secas
que el resto de la cara.
3º PASO: Una vez
tengo la piel limpia y fresquita necesito aportarle la hidratación que ha
perdido con los dos pasos anteriores. En este caso comienzo empleando un contorno
de ojos para todo el ojo, es decir, ojera y párpado. Lo aplico con el dedo
anular, ya que dicen que es el dedo que menos fuerza puede ejercer, y esta zona
es la más delicada de nuestra cara. Con pequeños toques, sin estirar la piel.
Finalmente paso a la crema. Al igual que en los productos
anteriores, deberá ser una crema que se adapte a las necesidades y exigencias
de nuestra piel.
Con el dedo índice voy dejando pegotitos por la frente,
nariz, sienes, mejillas, barbilla y cuello. Después, con ambas manos y
movimientos siempre circulares, la voy esparciendo por toda la cara. Los
movimientos han de ser de dentro hacia afuera, y con un poco de presión (poco,
no os paséis y se os quede toda la cara roja eh?). Esto hará que ayudemos a
nuestra piel a absorber mejor todas las propiedades de la crema en cuestión.
Y…ya tenemos una piel perfectamente limpia, hidratada y
preparada. Ahora podemos pasar a aplicar el maquillaje o simplemente quedarnos
así, que lo natural también es bonito no?
Y tú, ¿tienes algún ritual de limpieza diferente?
Hola guapa ^^, gracias por pasarte por mi blog =D
ResponderEliminarSi necesitas algún tipo de ayuda o lo que sea, no dudes en preguntarme, estaré encantada de poder ayudarte en lo que sea ^^
un besito!
me encantan estas entradas!!!
ResponderEliminarEstoy de sorteo en mi blog, pasate!!!
http://gossiprous.blogspot.com.es/2012/03/primer-sorteo-del-blog.html
Buena rutina, estoy deseando ver qué productos utilizas.
ResponderEliminarPor cierto, últimamente estamos intentando que todas las blogguers quiten los captchas para que se nos haga más cómodo el comentar las entradas. Te paso un post de Vanidad donde explica como hacerlo, si te animas.
Gracias!!
http://www.toxicvanity.com/2012/02/sos-todo-sobre-las-opciones-comentarios.html#more
Bss!
Madre mia, no tengo ni idea de qué es eso...tendré que ponerme a estudiar! Muchas gracias por tu comentario! Lo tendré en cuenta! =)
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