El cuidado de los labios

Los labios son una parte de nuestra cara excesivamente delicada, y es por ello que debemos prestarles una mayor atención. Son el rasgo más visible del rostro después de los ojos, y estas dos áreas son las primeras en sufrir los signos del envejecimiento prematuro.

La piel de los labios es más sensible que la del resto del cuerpo. El tejido que los forma  carece de células protectoras, por lo que pueden perder la humedad, resecarse y cuartearse con facilidad.

Además, poseen poca melanina, por lo que son muy vulnerables a los efectos del sol, no pudiendo filtrar los rayos uva y haciendo que se quemen.

Lo mismo ocurre con otras inclemencias meteorologías como el viento o el frío, o la calefacción, que producen sequedad e irritación.

Es imprescindible llevar a cabo una serie de cuidados diarios para lucir unos labios sanos, sensuales y bonitos.

En primer lugar, hay que evitar ciertas costumbres negativas que much@s tenemos y que son perjudiciales para nuestros labios, como son:

- Arrancarnos las pielecillas o tirar de ellas (sé que a veces es imposible…)

- Mordernos los labios.

- Mojarlos con saliva (es una manía muy común, que en realidad lo que provoca es que se sequen y     agrieten más).

A continuación voy a explicaros un par de recomendaciones básicas para tener unos labios hidratados, suaves y bellos y los productos que yo utilizo para conseguirlo. ¿Os quedáis?

-El primer paso a tener en cuenta es la hidratación. Los labios necesitan estar humectados cada día. Beber agua suficiente (de 8 a 10 vasos diarios) nos va a ayudar en este sentido, aunque será necesario aplicar algún producto específico para complementar esta hidratación.

Cuando estoy en casa y tengo los labios bien utilizo un bálsamo labial. Últimamente me he enganchado al nuevo bálsamo de Mercadona.

Si no recuerdo mal, hay tres sabores diferentes: fresa (que es el que yo cogí), vainilla y mora. La verdad que los tres olían de vicio, pero el de fresa me enamoró porque me recuerda al olor del regaliz rojo. Dan ganas de comérselo. Es transparente, da un poco de brillo cuando lo aplicamos, y no es nada pegajoso. El precio es 1 euro y pico, no llega a 2 euros. Es hidratante, aunque no esperéis milagros. Lo recomiendo para los casos en los que nuestros labios están bien, sin grietas ni resecos.

El envase como veis es muy práctico, y se puede llevar en el bolso. Trae 10 ml y una vez abierto nos durará 12 meses. Se puede utilizar tantas veces como sea necesario. La única pega, que no trae protección solar.

Los dermatólogos recomiendan utilizar para los labios factores de protección solar (FPS), del número 15 o superiores. Por ello, cuando salgo a la calle y sobre todo en invierno, utilizo Carmex, un básico en mi neceser.

Supongo que a much@as os resulte familiar, es mundialmente conocido y ya tiene un montón de años. Según reza su web, Carmex es uno de los protectores labiales preferidos alrededor del mundo y se venden más de 130 cada minuto (ahí es na…).

Lo encontramos en varios formatos (barra, tarro, gel…). A mí me gusta en tarro, me dura más. Contiene 7,5 gramos y una vez abierto dura 24 meses. Utilizo el de cereza porque huele mejor, y las propiedades son las mismas. A pesar del color que veis en la foto al aplicarlo queda transparente.

Contiene FPS 15, por lo que nos protege del sol. Aviso, contiene mentol y alcanfor, por eso al aplicarlo notamos una sensación de frescor. A algunas personas le provoca sensación de cosquilleo en los labios.

Se puede comprar en la mayoría de farmacias y parafarmacias. Éste último tarro lo he comprado en Alcampo por 3.45 euros, que no está nada mal, ya que he llegado a pagar en alguna farmacia hasta 5 euros y pico. (como mola Alcampo!).

Otro producto que también utilizo, sobre todo si tengo los labios agrietados, resecos y enrojecidos es un reparador labial. Alguna vez, si están muy hechos polvo, me aplico un poco de Nivea, de la lata azul, antes de acostarme y me lo dejo toda la noche. Al despertar tengo mis labios perfectos.

Durante el día y en caso de tener los labios mal me aplico este reparador natural:

Lo compré en un mercadillo artesanal que se hizo en Gijón. Es de la marca Bellamoza, que comercializa productos artesanales, frescos y sin conservantes añadidos, a precios muy asequibles. Este tarrín me costó 4 euros.

Contiene extractos de varias plantas y manteca de cacao, que la hacen muy hidratante, se absorbe sin dejar brillo ni residuos en los labios y proporciona un agradable e inmediato frescor gracias a su contenido en menta y limón. Al ser de fabricación artesana no dura mucho, por lo que recomiendan mantener los productos bien cerrados, alejados del calor y de la luz.

A mí me huele a menta, y deja los labios muy suavinos. Me gusta mucho! Os dejo el enlace de la página para que le echéis un vistazo, tiene muy buena pinta.

http://bellamoza.wordpress.com/

-El segundo paso, y no por ello menos importante, es la exfoliación. Es necesario exfoliar nuestros labios, al igual que exfoliamos otras partes de nuestro cuerpo como las manos, la cara o los pies. De este modo retiramos las pieles y células muertas que pudiera haber.

Podemos comprar un exfoliante labial (la marca Lush comercializa este tipo de exfoliantes, que además son comestibles) o podemos hacer nosotros mismos uno casero. Aquí os dejo mi receta, más barata imposible!:

-Aplicamos por toda la superficie de los labios una cantidad generosa de miel de abeja. Después, cogemos un poquitín de azúcar y vamos frotando suavemente con las yemas de los dedos, durante un par de minutos. Retiramos con agua tibia (o podéis coméroslo si queréis, jejeje), finalmente aplicamos nuestro bálsamo preferido. Este truquito dejará vuestros labios suaves a la vez que hidratados, ya que la miel posee unas propiedades fantásticas para nuestra piel. De hecho, si os habéis quedado sin hidratante para vuestros labios podéis aplicar un poquito de miel, y hará la misma función!

También puede ocurrir que no tengamos tiempo para exfoliarnos los labios o que la miel nos dé un poco de asco o simplemente no nos guste. Bien, para todo hay solución. Cuando os cepilléis los dientes, aprovechad para cepillaros también los labios, muy suavemente y sin frotar. Aclarad con agua y comprobad los resultados, labios perfectos!

Ya veis que siguiendo unos sencillos pasos cada día podemos conseguir unos labios perfectos y cuidados. Espero que os haya servido de ayuda! Gracias por leerme!